La hipertensión aparece cuando los valores de la tensión son demasiado elevados. En general, se cree que es consecuencia de una mala alimentación, obesidad; y, como su nombre lo sugiere, de un alto nivel de la tensión. Que implica nerviosismo y preocupación excesiva.
Al elevarse la fuerza con la que la sangre circula por el organismo, las arterias de la persona hipertensa se van endureciendo de a poco; dificultando el paso de la sangre a través de ellas, y provocando lo que se conoce como arteriosclerosis.
Por otra, parte la hipertensión puede afectar a otros órganos del cuerpo, produciendo, por ejemplo, hemorragias o infartos cerebrales e insuficiencia renal. Es en general, una enfermedad asintomática. Aunque en algunos casos excepcionales pueden aparecer dolores de cabeza, insomnio, hemorragia nasal, cansancio o palpitaciones.
Solo en casos de hipertensión grave es más probable que aparezcan síntomas derivados de alteraciones cerebrales, cardíacas o renales. En este caso, la persona puede tener vómitos, náuseas, disneas o visión borrosa. No obstante, esta enfermedad puede controlarse y prevenirse mediante tratamientos naturales.
Opciones para tratar la hipertensión sin el uso de fármacos
Frutas y verduras: ya que son ricas en potasio, como la naranja, plátano, pera, pomelo, calabaza, espárragos. Este mineral facilita la eliminación de agua y de sodio, uno de los principales causantes de la hipertensión.
Lácteos descremados y hortalizas: gracias a su riqueza en calcio.
Cereales, pescado y carnes blancas: son alimentos ricos en magnesio, un macronutriente que disminuye el riesgo de problemas cardiovasculares e hipertensión arterial.
Ajo: es conveniente consumirlo diariamente, ya que disminuye la presión sanguínea y el colesterol.
Hábitos que debería evitar
Alto consumo de sal, por su gran contenido de sodio, que genera retención de líquido, hipertensión y enfermedades cardiovasculares.
Grasas de origen animal sustitúyelas por grasas de origen vegetal.
Alcohol, cafeína y cigarrillos.
Además, es importante saber que fármacos como las píldoras anticonceptivas, la cortisona y la ciclosporina (antibiótico) pueden aumentar los niveles de presión arterial.
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