Amaxofobia, es ese miedo irracional a conducir. Quizá parezca difícil, pero numerosas personas lo padecen. Las personas que sufren de esta fobia suelen tener miedo a tener un accidente; otros temen perder el control del vehículo, otros temen aguantar un ataque de pánico mientras conducen; temen conducir con neblina, tormenta y viento fuerte.
Síntomas de la amaxofobia: de manera semejante al resto de fobias determinadas, la amaxofobia se manifiesta así:
Sensaciones vividas como desagradables como ansiedad (incluso angustia), pesadillas.
Sintomatologías físicas como sudores de manos, temblores, rigidez muscular.
Miedos irracionales que hacen que se conduzca con miedos y tensiones.
Pensamientos retorcidos y sobre catastrofistas entorno a conducir.
Frecuentemente la persona que sufre amaxofobia se siente incomprendida por las personas más allegadas, lo cual genera una disminución de su propia autoconfianza y autoestima; suponiendo un impedimento para superar la dificultad.
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Claves para solucionar la amaxofobia
Las personas por lo general se organizan y prescinden de la necesidad de conducir. Por ejemplo, esas personas que viven en la ciudad y cómodamente pueden desplazarse en transporte público; siguen evadiendo superar lo que les da terror.
Es esencial centrarnos en trabajar el presente, pues es donde conseguiremos actuar y cambiar. Tan sólo en los casos que, por ejemplo, la persona ha tenido un accidente de vehículo puede presentar un trauma; es decir, un trastorno por estrés postraumático. Y, entonces es preciso trabajar el pasado a la vez que el presente.
¿Cómo? Proporcionando herramientas, es decir, experimentos, ejercicios para hacer en casa, para practicar, anormales, extraños, absurdos e irracionales. Sí, irracionales puesto que el miedo por sí mismo es irracional; así que la solución debe de acomodarse a la lógica de la dificultad.
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