Como el cáncer es capaz de mantenerse latente por años y reaparecer
Pese a los adelantos en oncología clínica e investigación del cáncer, es la metástasis una marca fatal de la patología. En dicho proceso ocurre la dispersión de las células malignas desde el tumor inicial hasta lugares alejados. Allí se vuelven resistentes a los tratamientos habituales, se multiplican y generan deficiencias de un órgano vital.
No obstante, con las terapias de hoy día, ciertos canceres son tratados con éxito; existen otros como el melanoma, cáncer mamario y prostático que pueden resurgir muchos años posteriores al tratamiento culminado.
Este hecho, llamado latencia tumoral, se ha identificado durante muchos años, aunque sigue estando en bajo perfil. Es confuso saber que admite que las células estén inactivas, que ocasiona que se dé la recurrencia; o saber por qué estas células tumorales son tan complejas de erradicar.
A lo largo de estos lapsos de latencia, que pueden ser de varios años, el paciente no tiende a tener síntomas y el tumor no será visible con los aparatos de exploración habituales. Supone un gran reto localizar y determinar las células tumorales en estado de latencia; alcanzarlo favorecería a un mejor entendimiento del proceso y así evolucionar maneras de enfrentar eficientemente las células tumorales subyacentes.
Como el cáncer es capaz de mantenerse latente por años y reaparecer
Para lograr sobrevivir y crecer, las células tumorales, requieren de esconderse de actividad del sistema inmune, que es apto para suprimir gran parte de los tumores. Aparte debe poder sobrellevar el tratamiento dado.
Lastimosamente para los pacientes, las células cancerosas poseen tácticas muy prácticas para perdurar y dispersarse a otros órganos, es así como la latencia es un proceso clave para este fin.
Es por este motivo que hallar células cancerosas adormecidas y hasta saber cómo exterminarlas, simboliza un objetivo de gran trascendencia para confinar y suprimir la etapa de reproducción que tiende a aparecer después de estos momentos de inactividad.
No es sencillo llevar a cabo la detección de células cancerígenas inertes. Son tan minúsculos, sin síntomas, un metabolismo bastante lento, que las estrategias de diagnóstico de última tecnología, son incapaces de proveer resultados competentes.
Pese a que esto conforma un horizonte oscuro, no hay freno para los esfuerzos de la corporación científica por crear mecanismos de diagnósticos que posibiliten detectar las células cancerosas estando latentes
Asimismo, un estudio halló que el ARN, molécula que transfiere datos genéticos del ADN de las proteínas. Estas se comunica en forma característica con las células cancerosas latentes. Debido a que estos biomarcadores son perceptibles en la orina y en la sangre, es un abreboca para la creación de nuevas estrategias de diagnóstico para localizar dichas moléculas. Lo que figura como un primer y transcendental paso para así erradicar las células cancerosas subyacentes.
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