La dieta nórdica y mediterránea nos ayudan a mejorar nuestra salud

Dieta nórdica y mediterránea
Dieta nórdica y mediterránea

La dieta nórdica y mediterránea nos ayudan a mejorar nuestra salud. La OMS sugiere estas dietas para minimizar el riesgo de enfermedades no infecciosas como el cáncer o la diabetes. Seguramente has escuchado hablar de la dieta mediterránea como una alimentación sana.

Una investigación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ratificó evidencias de que tanto la dieta mediterránea como la dieta nórdica logran ayudar a minimizar el riesgo de enfermedades no infecciosas; como el cáncer, la diabetes o los problemas cardiovasculares, que con asiduidad están unidos a la obesidad.

La dieta nórdica comparte varias particularidades con la dieta mediterránea; pero está asentada con alimentos originarios tradicionalmente de Europa del Norte: Dinamarca, Finlandia, Islandia, Noruega y Suecia.

Diversos países europeos han originado esta dieta como un modelo alimentario favorable para la salud, especialmente en esa región, con efectos positivos, según la OMS.

La OMS sugiere la dieta nórdica
La OMS sugiere la dieta nórdica

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La dieta nórdica radica en el consumo de estos alimentos:

Vegetales de hoja verde y de raíz, bayas o frutas del bosque, fruta, cereales enteros, como la cebada, la avena o el centeno, legumbres, lácteos bajos en grasa, pescados; incluidos los grasos como el salmón, la caballa o el arenque, que se consumen algunas veces a la semana.

Tal vez la mayor discrepancia con la dieta mediterránea es que en lugar de aceite de oliva en la dieta nórdica prevalece el aceite de colza.

De acuerdo al informe de la OMS, para las localidades no nórdicas los principios de esta dieta noreuropea tal vez sean más fáciles de adecuar los alimentos en sí. Por lo general, se trata de promover el consumo de cereales enteros; fruta y vegetales a la vez que se prescinden las grasas saturadas.

La OMS destaca que varios estudios la han vinculado a mejorías en los factores de riesgo tanto de enfermedades cardiovasculares como de diabetes, aunque no ha sido tan estudiada como la dieta mediterránea.

Según la OMS tanto la dieta mediterránea como la dieta nórdica son modelos de cómo los recursos culturales consiguen ser manejados con fines novedosos y beneficiosos para la salud.

La cultura gastronómica se radica en la tradición, pero está igualmente abierta al cambio y a la adopción de nuevas ideas; como evidencia el auge de la dieta nórdica y de las múltiples variantes de la dieta mediterránea. Que son a la vez nuevas y culturalmente auténticas.