Las espinacas son esas hojas de color verde intenso, famosas por ser el alimento preferido de Popeye. Como alimento es conocido desde hace aproximadamente 500 años a.C. y según diferentes teorías apuntan a que provienen de Persia.
El consumo en Europa fue difundido gracias a los árabes; aunque hay que destacar que fue apenas en el sigo XIX que se popularizaron; tendiendo gran presencia en las cocinas y sobre todo los huertos de todo el continente; en parte gracias a la facilidad de su cultivo.
Razones para consumir espinacas
Las espinacas se caracterizan por ser de las plantas con mayores valores nutricionales; para aprovecharlos al máximo deben apenas cocinarse por un minuto en agua hirviendo y luego retirarlas inmediatamente para ser escurridas.
Estas poderosas hojas verdes contienen altas concentraciones de magnesio, vitamina K y calcio; por lo cual su consumo beneficia directamente a la buena salud de los huesos. Además que la vitamina K ayuda a que el organismo tenga una adecuada mineralización ósea.
Diversos estudios han demostrado que la espinaca ayuda a reducir los niveles de presión arterial, esto es gracias a los nitratos que contiene quienes producen óxido nítrico en el organismo y este a su vez ayuda como vasodilatador de las arterias.
Al igual que los demás vegetales de hojas verde oscuro ayudan a prevenir diferentes enfermedades relacionadas con la vista; tales como las cataratas. Además que contienen altos niveles de antioxidantes como la zeaxantina y luteína que evitan el daño de la luz solar en los ojos.
La luteína además actúa en conjunto con la vitamina A y la vitamina C ayudan a reducir los riesgos de sufrir de arterioesclerosis evitando la oxidación del colesterol malo en las arterias; causante de esta enfermedad.
Pueden ayudar a prevenir el deterioro mental; según un estudio de la Universidad Rush de Chicago el consumir tres raciones de espinacas al día puede reducir este riesgo en 40%. Además de que proporcionan grandes beneficios neurológicos.
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