Actualmente se ha está estudiando la conexión que existe entre las enfermedades emocionales y físicas. Evidentemente, no podemos cambiar las cosas que nos acontecen en la vida; pero sí la manera en que las vivimos y cómo permitimos que nos perturben.
Pocas personas niegan la conexión entre las enfermedades físicas y las emociones cohibidas o sentimientos negativos. Son denominadas enfermedades emocionales que trata la medicina psicosomática. Cuando se vive un instante traumático en la vida; cuando se sienten miedos, cuando se bloquean las emociones o no se gestionan bien, aparece la enfermedad física.
No se trata de dejar de asistir al médico y tomar las medicinas que nos prescriba; pero si no trabajamos y nivelamos la emoción que ha creado la enfermedad física no lograremos dar una solución decisiva al inconveniente. Las enfermedades emocionales son advertencias de la existencia de algo que no estamos haciendo bien. Cada emoción atañe a un órgano o a una parte del cuerpo.
La conexión entre las enfermedades emocionales y físicas. A continuación, te exponemos ciertas de las enfermedades físicas relacionadas con las emociones más usuales
Dolor o tensión en el cuello: Indica poca flexibilidad para mirar en todas direcciones, visión rígida, obstinación y mente estrecha. También estrés.
Dolor o tensión en la espalda: La columna vertebral es una parte esencial de nuestro cuerpo, ya que en ella se soporta. Dolor en la parte superior revela falta de apoyo emocional, falta de amor o amor cohibido. En la mitad revela culpa, vivir en el pasado. Y en la parte lumbar, miedo a la falta de dinero. Si se posee la espalda encorvada hacia delante, se siente una carga demasiado pesada, que no se puede con ella.
Alergias: Representan miedos profundos. Miedo a perder las ayudas y el cuidado y no ser autosuficiente. Igualmente consigue ser una batalla contra algún aspecto de tu vida que no te gusta.
Estómago: Imposibilidad de digerir ideas, de asimilar lo nuevo en nuestra vida. Miedo a lo nuevo. Falta aceptación.
Estreñimiento: Desconfianza a soltar lo viejo, estancamiento en el pasado. Asimismo, mezquindad.
Psoriasis, urticaria, sarpullido: Problema para expresar los sentimientos. Miedo, angustia, sentimiento de sentirse amenazado. La urticaria revela enojo con el mundo, imposibilidad para expresar las emociones. Las personas con psoriasis generalmente son personas negativas, no admiten la responsabilidad de sus sentimientos, inseguras emocionalmente.
Sobrepeso: Las personas que sufren sobrepeso suelen tener insuficiencias afectivas y sexuales. Tienen miedo y se sienten indefensos.
Ciática: Miedo al cambio, a renunciar a ideas o conductas antiguas. Temor a perder su posición económica, social, etc.
Desmayo: Dificultad de enfrentar una situación, miedo. La conciencia se “desconecta”.
Garganta: Fracaso, cólera cohibida. Emociones que no se expresan.
Insomnio: Desconfianza a lo desconocido, miedo a perder el control.
La lista de las enfermedades emocionales es muy amplia. Hallar la conexión entre la enfermedad física y la emoción que la origina no es tan difícil. Solo debemos observarnos mucho, conocernos, tomar conciencia de nuestras emociones más recónditas sin permanecer en la superficie, conocer cuál es nuestro conflicto interno.
(También puedes leer: Función de las emociones en nuestras vidas)