Al parpadear no se oscurece la vista, ¿Por qué?

Parpadear no oscurece la visión
Parpadear no oscurece la visión

Has notado que al parpadear no se oscurece la vista. Esto sucede porque el cerebro trabaja de modo distinto cuando los ojos están cerrados; bien sea por un pestañeo o un sueño completo.

Cuando dormimos hondamente, pareciera que existe algo que le ocurre a la percepción del tiempo. Esto nos ha sucedido a todos, te despiertas luego sentir como que pasaron sólo unos minutos; y hallas que realmente transcurrieron horas. No estás apreciando una función mental normal, sin embargo, estás tan habituado a eso que no parece raro.

Constantemente, parpadeamos de forma automática. Es una función tan sencilla y natural que ni lo percibimos. No obstante, parpadear es especial, por lo menos en un aspecto: no oscurece nuestra vista.

Posiblemente especulas que parpadear tan a menudo establecería períodos sin luz intermitentes, pero eso no ocurre y actualmente, los científicos creen saber por qué.

Científicos creen saber porque al parpadear no se oscurece la visión
Científicos creen saber porque al parpadear no se oscurece la visión

Al parpadear ocurren cosas fascinantes e imperceptibles

Parpadear es una función de los ojos básicas, esto ayuda a lubricar los ojos, ayuda a extender las lágrimas y mover elementos irritantes del área ocular. Investigadores, han revelado que parpadear ayuda a reposicionar tus ojos para que consigan permanecer centrados en lo que sea que estés percibiendo.

 Al parpadear, nuestros ojos retroceden, pero al abrirlos, no siempre vuelven debidamente al mismo sitio. Este cambio de posición hace que los músculos oculares realineen la visión, lo que nos ayuda a conservar la orientación.

Un resultado atrayente de esto es que nuestra vista no se oscurece o se vuelve borrosa. Este mecanismo mantiene nuestra visión cotidiana fluida, sin él, todo parecería agitado y de algún modo errante, dicen los científicos.

Los descubrimientos de estos estudios, se agregan a nuestro entendimiento constante de cómo el cerebro se logra adecuar constantemente a las transformaciones, logrando que nuestros músculos corrijan de forma automática errores en nuestro cuerpo.

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