El estrés hace que el cuerpo actúe ante determinada situación. Se presenta cuando estás ante una situación tensa, bien sea emocional o física. Es un sentimiento normal, el cuerpo se defiende liberando una serie de hormonas. Dependiendo del tipo de estrés, será el grado de afectación; lo cierto es que la piel también envejece más rápido de lo normal cuando estás sometido a él.
Cuando hay mucha tensión, el organismo libera cortisol. El cortisol es una hormona esteroidea que se produce en la glándula suprarrenal, situadas en los riñones, que incrementa el nivel de azúcar en la sangre. Lo que ocurre es que afecta la funcionalidad de la barrera de la piel.
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El agua transepidérmica se pierde con facilidad y la piel disminuye su capacidad para retenerla. Se pierde, también, la elasticidad de la piel. Al disminuir el porcentaje del agua, el órgano se vuelve más frágil, áspero y menos brillante.
Entonces, comenzarán a aparecer las arrugas en el cuerpo. Esas que por lo general llegan con el pasar de los años se adelantan debido al estrés. Las expresiones que adoptamos en el rostro cuando estamos tensos, como fruncir el ceño, son perjudiciales y quedan marcados con facilidad. Lo mismo ocurre cuando los músculos faciales están rígidos.
¿Qué más le ocurre a la piel?
El estrés desequilibra todo en nuestro organismo. Así pues, las cepas bacterianas también se alteran para generar síntomas desagradables. Entonces, se potencia el estrés en el adulto. Por lo general, aparece en la zona de la barbilla y al rededor de la boca.
Los poros de la piel se tapan por las bacterias y el sistema inmunológico del cuerpo reacciona; aparece la espinilla. Algunos son muy profundos y a esos se les conoce como quistes firmes y dolorosos. Debes tener cuidado si durante los episodios de estrés te da ansiedad de comer dulce. Investigaciones han demostrado que el exceso de estos potencian la aparición del acné.
La piel también se irrita. Esto ocurre debido a la liberación en exceso de histamina, que es la responsable de las reacciones alérgicas en el cuerpo. Cuando el estrés es grave, la persona puede padecer de eczema o la rosácea. El eczema es una lesión que puede ser escamosa y y pruriginosa. La rosácea es el enrojecimiento de la piel.
Lo que debes hacer
El estrés es fácil de vencer. Si consideras incorporar el ejercicio a tu vida ya tendrás la batalla ganada. No hay nada que una buena rutina no pueda solucionar. Tu decides dónde hacerla, en el gimnasio, al aire libre o en tu casa.
Recuerda que al hacer ejercicio, el cuerpo libera endorfinas. Habrá más energía y lograrás sacar de tu mente aquellas situaciones que generan tensión. Logras distraerte y el bienestar aparece. Si usas un poco de música mientras te ejercitas lo harás de mejor gana y seguro el resultado será mejor.
Si bien el estrés en algunas ocasiones puede resultar beneficioso en la mayoría de las veces es lo contrario. A veces sentir tanta tensión puede ayudar a terminar una tarea en el tiempo estimado o incluso ayudar cuando se está en situación de riesgo. Pero, lo apropiado es que no sea un sentimiento constante.
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