Pratyahara, el control de los sentidos en el yoga

Pratyahara, el control de los sentidos en el yoga
Pratyahara, el control de los sentidos en el yoga

Pratyahara es una de las ocho ramas del Yoga, cuyo objetivo primordial es controlar los sentidos. El término está combinado por dos palabras de origen sánscrito que significan comida (ahara) y exterior (prati). Por otra parte, no se trata de perder contacto con el mundo exterior, sino de alcanzar la interiorización.

Tal es su importancia dentro de todo el proceso que se dice que no es posible alcanzar una meditación profunda si no se domina el Pratyahara. También, esta definida como la fuerza que es capaz de atraer la mente de las personas hacia su interior o centro, en contraposición de aquella que procura alejarla.

En cuanto al “ahara” (o comida), nos nutrimos de acuerdo a tres formas diferentes: Alimentos físicos que aportan los nutrientes necesarios al cuerpo humano. Impresiones, que alimentan la mente a través de los sentidos. Asociaciones y relaciones, que están relacionadas directamente con el corazón

Por otra parte, cuando hablamos de Pratyahara se hace referencia a la restricción de alimentos, así como del control de todo tipo de emociones. De manera de tornarnos inmunes a cualquier tipo de emoción negativa. Se trata de hacer un ayuno de cualquier tipo de sensación que pueda poner en peligro la estabilidad.

Así que, durante Pratyahara las personas llegan a desconectarse completamente. En consecuencia, no ven, sienten, piensan o escuchan. Bloquean cualquier topo de estímulo, de ahí proviene la denominación de ayuno.

¿Cómo beneficiarse del Pratyahara?

Todas las personas tienen la capacidad de alcanzar el estado de Pratyahara, solo es preciso aplicar diversas técnicas para obtener el punto ideal de relajación.

Por tanto, la primera recomendación consiste en mantenerse alejado de cualquier tipo de estímulo físico externo; como, por ejemplo, corrientes de aire o, aparatos que emitan sonido. Se trata inclusive de mantener una postura física ideal por lo que debemos sentirnos cómodos con nuestra ropa.

Una de las posturas o posiciones ideales se conoce con el nombre de Shavasana en la que se relajan completamente los músculos. La atención se va centrando en zonas específicas para obtener la relajación total.

Igualmente, se emplea un tipo de respiración denominada Ujjyavi gracias a la cual el cuerpo recibe mensajes permanentes que transmiten la sensación de calma y tranquilidad.

Los sentidos deben trabajarse por separado, concentrándonos en cada uno en específico. La idea de esto es que la mente sienta al máximo todas las sensaciones y se avoque hacia el interior. En el caso de la audición, puede centrarse la atención en aquellos sonidos que están más alejados para luego pasar a los que estén a una distancia intermedia; y, finalmente, ubicar a los que están mucho más cerca. Todo este proceso se hace de forma consciente y controlada.

Dentro del proceso de Pratyahara atravesamos por varias etapas que incluyen: Relajación total del cuerpo. Abstracción sensorial. Equilibrio entre el cuerpo, la mente y el espíritu. Estado de serenidad y tranquilidad que finaliza con la paz interior.

También puede concentrarse en un punto determinado ubicado en la naturaleza, como un árbol, flores, el mar azul o hasta una simple roca. Para optimizar las condiciones se recomienda incluir en la sesión el incienso.

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