Prejuicios, cuando las personas no encajan en nuestro esquema mental

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Prejuicios, nuestro esquema mental

Los prejuicios nos hacen excluir a personas que no encajan en nuestro esquema mental. Muchas empresas tratan de combatirlo enseñando a sus trabajadores a eliminarlo de sus decisiones.

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Por los perjuicios rechazamos a personas por el hecho de ser distintos.

¿Nos inspiran más confianza una persona que otra? ¿Es conveniente que el puesto de trabajo sea de una persona delgada que otra con sobrepeso? La realidad es que la mayor parte de las veces nos movemos por criterios inconscientes. Esto ocasiona que tomemos decisiones sin fundamento. Un ejemplo sería cuando consideramos que los hombres están más cualificados que las mujeres para los puestos de mando. Esto puede resultar bastante peligroso para el individuo en particular y para la sociedad en general.

Por los perjuicios rechazamos a personas por el hecho de ser distintos. En los últimos años investigadores y empresas han desarrollados proyectos de sensibilización para darle valor a la diferencia.

Los primeros en llevar esta iniciativa fue Project Implicit. Fue desarrollada por psicólogos de universidades de prestigios como Harvard. Esta cuenta con unos de los test más ingeniosos sobre sesgo. Este test consiste en averiguar en menos de 10 minutos nuestras preferencias en cuanto a sexo, raza, país y edad. Es totalmente gratuito y está disponible en español.

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Origen biológico

El origen de los prejuicios es biológico. En el pasado nuestros ancestros necesitaban reaccionar lo más rápido posible ante el peligro de lo desconocido. Ya no convivimos con animales salvajes pero el mecanismo de asociación rápida sigue activándose ante ese miedo. La respuesta a eso es marginar al otro por su aspecto distinto. Cuanto más grande sea nuestro desconocimiento mayores son los sesgos.

No debemos apresurarnos a generalizar sino ser conscientes de que solo llegamos a conocer una mínima parte de la realidad. Estos pensamientos arbitrarios también aparecen en el trabajo cuando se debe decidir a quién ascender o qué producto lanzar.

Los prejuicios nos impiden apreciar el valor de la diferencia. Cuando sepamos reconocerlos y desarrollemos actitudes más empáticas podremos suavizar sus efectos. Si podemos lograrlo y vale la pena por la justicia, por el respeto y por el crecimiento personal.

Kelvin Keen Goyo Soto
Agroecólogo de profesión, analista SEO por convicción, redactor por motivación y científico de corazón. Eterno estudiante de ciencias naturales, tecnologías, marketing 2.0 y economía. "No busquemos el éxito, persigamos la excelencia y el éxito nos perseguirá a nosotros"