Siempre hay que recordar que la ropa interior es la que tiene un contacto más intimo con nuestra piel. Por tanto, hay que tener en cuenta cuál es la más conveniente para protegernos.
Los sujetadores con aros metálicos y encajes que comprimen y levantan el busto; son ya una moda impuesta en materia de sujetadores. Por otra parte, la ropa interior masculina ha sufrido varias transformaciones con el tiempo.
Los sujetadores de aro no están recomendados, ya que con este tipo de sujetador los senos están demasiado comprimidos. Además, estos tipos de sujetadores pueden provocar diversas irritaciones y, en algunos casos, microtraumatismos.
Durante el periodo menstrual, cuando los pechos tienden a hincharse. Es recomendable colocarse un sujetador más amplio, de una talla más, por ejemplo. O de un género más flexible.
Por eso, además de utilizarlos con precaución, los especialistas aconsejan evitar su uso y recomiendan pasar a los de algodón.
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La ropa interior calzones y bragas
Los clásicos calzones blancos de otra época han cedido el paso a los ajustadísimos slips. Así como también las amplias braguitas de algodón han sido sustituidas por otras diminutas. Los especialistas en general no recomiendan el uso de este tipo de ropa interior debido a que puede provocar diversos trastornos.
Las bragas: los estudiosos del tema también han analizado con atención el fenómeno del tanga, y sostienen que este tipo de prenda interior o bañador es absolutamente desaconsejable. Como consecuencia de su utilización pueden formarse migraciones microbianas en la zona, con efectos perjudícales similares a los que producen los jeans ajustados.
Esto se debe a que el elástico produce una gran presión sobre los genitales y el ano, aumentando también las posibilidades de que aparezcan hemorroides o algún tipo de infección. Las bragas ideales son aquellas levemente holgadas y de algodón blanco.