Aunque no lo parezca trabajar sentado por ocho horas o más puede conllevar problemas para tu salud.
El peor enemigo del cuerpo es el sedentarismo y lo creas o no si pasas mucho tiempo sin moverte el resultado es nocivo.
Esto pasa porque las articulaciones y los músculos no están en movimiento.
Además sumado a esto se genera una sensación emocional negativa ¡soy un esclavo! te habrás repetido muchas veces.
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Por esta razón debes estar consciente de los riesgos que implica para tu salud trabajar mucho tiempo sentado.
De esta manera al estar claro del daño que le haces a tu cuerpo, tomarás medidas para mantener tu bienestar.
La circulación, la espalda y los músculos son los primeros que se ven afectados.
Es por ello que los dolores en los pies y la tensión son el primer síntoma.
De igual forma los órganos que están en el área de la pelvis y la parte abdominal, están altamente comprometidos.
Evita comprometer tu salud al estar sentado
Muchas veces le restamos importancia y aunque al principio no nos damos cuenta, con el paso del tiempo los efectos pueden ser irreversibles.
Frente a esto debes tomar medidas en lo inmediato. Lo primero es entender que tu salud está en riesgo y no poner el trabajo por encima de todo.
Una vez que hayas entendido lo anterior entonces comenzarás a tomar decisiones en función de tu bienestar.
Si tu jornada laboral implica que pases muchas horas sentado, puedes incluir algunas pausas y ejercicios para relajar los músculos.
También puedes incorporar en tu agenda hacer ejercicios con regularidad o simplemente caminar 20 minutos todos los días.
Si no puedes destinar dinero y tiempo en un gimnasio, en tu propia oficina haz pausas para estirarte, caminar o subir escaleras.
Dale movimiento a tus músculos y articulaciones para que no se atrofien.
Asimismo debes recordar que las enfermedades cardiovasculares también se relacionan con la mala circulación.
Ya verás que al permitirte tomar pausas para estirar los músculos y al hacer espacio para ti, no sólo ayudas al cuerpo sino que además mejoras el humor.
Así que ahora pregúntate ¿cuántas horas al día pasó sentado?, ¿esto afecta mi cuerpo?, evalúa eso y luego decide en función de tu bienestar.
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