Las calorías nos dan vida, y en oposición a lo jóvenes, que cuentan con un organismo en crecimiento. A partir de los 55 años, aproximadamente, la persona inicia un proceso de degradación fisiológico en el que disminuye su estatura; y por tanto su peso corporal teórico que se calcula en función de esa estatura.
El conjunto de reacciones por las cuales extraemos la energía de los alimentos, lo que se conoce como metabolismo, también esta disminuyendo con los años; tanto por la pérdida de masa corporal, como por una disminución de la actividad física. Por esta razón, si se consumen las calorías de antes, lo más normal es que se engorde.
El total de las calorías nos dan vida, todo lo que un ser humano necesita al día se calcula en función de la estatura, sexo y complexión corporal
Estos valores son difíciles de determinar pues también están influidos por otros factores como son la absorción digestiva y la utilización celular; el llamado metabolismo basal y la actividad física.
Las dietas demasiado bajas en calorías pueden ser deficitarias en sustancias nutritivas esenciales. Una vez más hay que insistir en la necesidad de encontrar un punto de equilibrio. Establecer las necesidades diarias en calorías de una persona es muy complejo.
Las necesidades calóricas son extremadamente variables. Pero no obstante se recomiendan reducciones con el paso de los años, que deben hacerse de forma acompasada.
La actividad física influye directamente en las necesidades de energía. A menos actividad, menor necesidad de aportes alimenticios. No se pueden decir, de forma radical, que todas las personas; por el mero hecho de ser mayores, han de reducir sus calorías diarias. Esta reducción dependerá de cada persona y sus circunstancias.
Estudios han demostrado que personas mayores sanas que mantenían niveles de actividad física comparable con personas más jóvenes no demostraron diferencias en cuanto a las necesidades totales de energía.
(También puedes leer: Alternativas de la Homeopatía para tratar la hipertensión)
