Dieta Whole30, vida más saludable

Dieta Whole30, vida más saludable
Dieta Whole30, vida más saludable

La dieta Whole30 fue creada en abril de 2009 por Dallas y Melissa Hartwig. Dallas es experto en medicina funcional, nutricionista deportivo certificado y licenciado en fisioterapia. Mientras que Melissa también es nutricionista deportiva y autora del exitoso libro Whole30.

Es posible que haya oído hablar de la famosa dieta Whole30. Su nombre aparece una y otra vez en los blogs de salud. Y se ha vuelto un tema recurrente entre los aficionados al fitness.

El slogan de la dieta es “La guía de 30 días para el bienestar total y libertad en la alimentación”

Las dietas de moda van y vienen como las mismísimas estaciones; y parece que para cada tipo de persona existe una que se adapta a su estilo único y particular. Desde la dieta Paleo hasta los jugos o zumos detox, sin pasar por alto la alguna vez popular dieta Atkins; muchas se han creado con la esperanza de que las personas vivan vidas más sanas.

Este programa apunta a lograr la “reconfiguración nutricional” del organismo, lo que significa que tiene como objetivo modificar la forma en que se alimenta, en apenas 30 días. Nos garantiza que, al cabo de cuatro semanas, ciertamente le pondremos fin a esos antojos y hábitos dañinos; restituye la salud a nuestro metabolismo, cicatrizaremos el tracto digestivo y equilibraremos el sistema inmunológico.

Programa Whole30 y sus reglas

No nos sorprende, porque cualquier cosa que prometa garantizar “el bienestar total y la libertad en la alimentación” debe tener ciertas limitaciones. Estas son las cosas que no están permitidas durante el programa Whole30:

Nada de azúcar agregada (de ningún tipo), ni real ni artificial. Lo que significa que no podrá consumir jarabe de arce, miel de agave; azúcar de coco o cualquier tipo de endulzante. Nada de alcohol ni tabaco, ni siquiera para cocinar. Este último puede llegar a ser uno de los retos más grandes que las personas deban afrontar.

Asimismo, no puede ingerir granos, ni siquiera de los saludables, ni los libres de gluten como la quinua y la avena. Olvídese de las legumbres, por lo que no podrá comer frijoles o alubias de ningún tipo ni tampoco soja, ni guisantes, ni maní. Y, desgraciadamente, la mantequilla de maní también está prohibida.

No puede consumir lácteos o derivados de la leche de vaca, oveja o cabra. Nada de glutamato monosódico ni sulfitos (para detectarlos, tendrá que leer con detenimiento las etiquetas). Finalmente, no se permiten los productos horneados; ni aquellos que no se detallen en la lista de permitidos de Whole30.

Puede pensar que es una dieta con demasiadas reglas. No se equivoca, en especial después de haber leído todas las cosas que no puede comer.

Pero hay miles de cosas que SÍ pueden consumir. Por ejemplo, puede disfrutar de carnes, frutos de mar; huevos, vegetales, frutas, aceites, frutos secos y semillas. El programa recomienda que ingiera grandes cantidades de vegetales, pocas frutas (porque contienen azúcares naturales). Porciones moderadas de carnes y huevos, al igual que de aceites con grasas saludables, frutos secos y semillas.

Al mismo tiempo, el programa lo anima a ingerir productos con pocos ingredientes y a evitar cualquier cosa que no pueda pronunciar. Una última regla: nada de pesajes ni mediciones durante esos 30 días.

Esto se debe a que los creadores desean que se concentre de lleno en su salud general y bienestar en lugar de obsesionarse con los resultados que le muestra la balanza. Podrá pesarse antes de iniciar la experiencia o luego de completarla.

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