No se trata de esa dieta que comienza los lunes y nunca llega, se trata de comer sano y equilibrado para tener un bienestar emocional. Es bien sabido que las mujeres son más emocionales que los hombres, pero el riesgo de tener angustia y ansiedad es más grande que para los hombres.
Sin embargo, una investigación de la Universidad de Binghamton, demostró que las personas del sexo femenino necesitan más nutrientes que las del sexo masculino.
Aunque para todos es prioritario la vida sana, las mujeres necesitan un plus más elevado que los hombres. Mientras que ellos pueden comer cualquier cosa, las mujeres deberían comer balanceado, no por la figura sino por la mente.
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Resultados del estudio de bienestar emocional
Los investigadores utilizaron las redes sociales para hacer las encuestas. Hubo preguntas de opinión, donde preguntaron sobre cambios de dietas y forma de alimentarse.
Además, se basaron en el estilo de vida, en los alimentos que consumían, en la cantidad de vitaminas. También en aspectos sociales como los ingresos que obtenían, y la calidad de la educación. Participaron 563 voluntarios, 48 % hombres y 52 % mujeres.
En este sentido, determinaron que los hombres experimentan mejor bienestar emocional hasta que falta nutriente en su dieta. Mientras que las mujeres no consiguen bienestar, hasta que tienen una vida saludable y dieta balanceada.
Espectro amplio de nutrientes
El estado de ánimo de las mujeres requiere de un amplio espectro de nutrientes. Por lo que, no es de extrañar que el número de casos de ansiedad en mujeres sea más alto. Esto debido a que la mayoría de los alimentos actuales son vacíos en nutrientes.
Según las conclusiones de la investigación, las mujeres necesitan comer sano, balancear cada nivel de la tabla alimenticia y hacer ejercicio. Esto fortalece el cerebro y evita la disminución del bienestar emocional.
Los resultados deberían poder sugerir el camino para hacer las recomendaciones correctas de alimentación. Su uso no solo está limitado a los médicos, cada persona puede tomarlos y sumarlo a su vida.
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