Cenicienta… más que un cuento de hadas

El complejo de Cenicienta
El complejo de Cenicienta


El complejo de Cenicienta, las generaciones modernas han dejado en claro que los cuentos de hadas y el estereotipo de las princesas han afectado la forma en la que las mujeres se ven a sí mismas y sus propias historias de amor.

Colette Dowling escribió un libro explicando cómo las mujeres con el complejo de cenicienta tienen miedo a la independencia y asocian la felicidad con su estatus emocional; por lo que están constantemente buscando el “príncipe azul” para lograr la satisfacción absoluta.

Por otra parte, Carl Jung dedujo que cada persona guarda complejos en diferentes medidas, esto debido a las emociones y tendencias naturales que ha reprimido a lo largo de su vida. Desde el entorno familiar, hasta el tipo de relaciones que desarrollamos son elementos de suma importancia para que estas perturbaciones se originen.

Origen del Complejo de Cenicienta

Las mujeres que recibieron una educación tradicional y machista; o bien, los de aquellas que no han tenido oportunidad de desarrollarse profesionalmente, son factores que propician el desarrollo de este complejo. Al mismo tiempo, a muchas mujeres se les inculcó desde pequeñas que su género era el más frágil y que por ello precisaban de la protección y el apoyo de un hombre.

De tal manera, que la problemática va más allá de querer lavar, cocinar o planchar para el sexo opuesto. La obsesión de consentir a su pareja restringe y atiene la felicidad de quien sufre este complejo a lo satisfecho que él esté al recibir todas esas atenciones.

Este complejo en las mujeres logra a la larga, que se vuelvan torpes para hallar satisfacción personal por sí solas; por el éxito que puedan alcanzar en distintas áreas o por el simple hecho de existir. Para estas cenicientas resulta improbable sentirse completas y felices sin el beneplácito y el reconocimiento de un hombre.

(También puedes leer: El estrés en ocasiones no es tan malo)