La neurosis no se puede confundir con el estrés. Muchos de nosotros nos hemos sentido intensamente estresados en algún momento de nuestra vida. Realmente, es una sensación de nerviosismo excesivo. Pero ¿qué sucede cuando además adviertes sensaciones de enfado e intolerancia? Cuidado, porque esto podría ser neurosis.
La neurosis representa permanecer en un estado emocional negativo durante largos períodos de tiempo. Las personas que padecen este trastorno suelen estar más deprimidas y tener sentimientos de culpa, envidia, ira o ansiedad.
En la neurosis, no hay una pérdida de realidad, por tal motivo no sufre alucinaciones; o dicho de otro modo, la concepción de lo que es real se ajusta a lo que la sociedad define como real y por tanto de pensamiento “normal”.
Las personas con propensión a este trastorno son muy sensibles a los cambios en el medio ambiente y tienen altos niveles de estrés. Actualmente, la Organización Mundial de la Salud (OMS), la neurosis ya se considera una enfermedad del sistema nervioso central, que provoca inestabilidad emocional.
Estos síntomas de la neurosis podrían confundirse con el estrés, sin embargo, son más evidentes:
Ansiedad extrema, Nerviosismo, Miedo, Enojo, Intolerancia, Insomnio, Preocupación excesiva, Dolor de cabeza, Sentimiento de culpa, Hipersensibilidad, Poca voluntad. Es muy significativo tomar en cuenta el comportamiento de las personas; ya que, al mismo tiempo de afectarnos a nosotros mismos, además impacta a las personas que cohabitan con nosotros, nuestras relaciones personales y hasta profesionales.
“La conducta puede ser afectada seriamente, aunque es común que se mantenga dentro de los límites sociales aceptables pues la personalidad no está desorganizada y se manifiesta en todos los ámbitos laboral, familiar, escolar. Actualmente la OMS ha cambiado el término neurosis por trastornos”.
Es fundamental que tengas presente que No estás solo, y que se vale pedir ayuda.
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