Estas son las posturas que prefieren las mujeres para disfrutar del sexo. Recientemente una encuesta indica que nuestra actuación sexual en la cama se ha transformado más de lo que nos imaginamos en los últimos años.
Así como comer con las manos, el sexo es una de las grandes delicias de la vida. Día tras día, cientos de miles de personas se entregan a él; exploran nuevas prácticas para lograr orgasmos más intensos o experimentan nuevas posturas y posiciones con el objetivo de deleitarse en mayor medida de sus cuerpos.
Sin embargo, hay ocasiones en las que la energía sin control no vale de nada; y este tipo de experiencias terminan por convertir lo que podría ser una noche de locura y desenfreno en un completo desastre
Ciertamente, y como dice el refrán, entre gustos y colores sobran los pintores. Y en lo que al sexo se refiere, menos aún. Así, con el objetivo de proyectar algo más de luz al argumento, un reciente estudio sobre salud sexual ha ejecutado una encuesta entre más de 2.000 participantes de Estados Unidos y Europa para conocer cuáles eran las posturas sexuales predilectas tanto por hombres como por mujeres.
Los resultados señalan que nuestra conducta en la cama ha cambiado en los últimos años, sin embargo, optamos por no arriesgar demasiado.
Según esta indiscreta investigación, hay una postura que reina en las predilecciones de ambos sexos por encima de las demás: el perrito. Este clásico del kamasutra es la posición favorita por el 39% de los encuestados. No obstante, se trata del único punto de la exploración en el que existe un claro beneplácito entre los dos géneros.
Tras el doggy style, las mujeres ubican en segundo y tercer lugar el misionero y la vaquera. “Ambas posturas admiten que la pareja se mire durante el coito; lo que consigue ayudar a crear un vínculo más profundo y emocional durante el sexo”. Aseveran los autores de la encuesta. Tras ellas, en cuarto lugar, la postura que se conoce en inglés como holding legs up (en la que el hombre agarra las piernas de la mujer hacia arriba) y, otro clásico, la cucharita.
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