Variación natural en la cantidad de sudor
Existen dos tipos de personas, quienes sudan y las que sudan mucho más. Si perteneces al último tipo querrás saber por qué sueles estar empapado en sudor cuando el resto de sus amigos están frescos.
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¿Qué explicación hay detrás de esta variación en la cantidad de sudor y sobretodo que hacer al respecto? Lo primero que debemos entender es que: la sudoración es parte necesaria en la manera como el cuerpo regula la temperatura. Al evaporarse el sudor de la piel, este se enfría para no sobrecalentarse. También se pueden sudar las palmas de las manos como respuesta automática al estrés. Y hay quienes sudan más que otras cuando se activan las glándulas sudoríparas.
Sueles estar empapado en sudor: Hiperhidrosis
Si sudas más que otras personas aun sin hacer nada que lo provoque; o ya interfiere en tu vida diaria, es posible que tengas hiperhidrosis. Por lo general la culpa de eso la tienen las glándulas sudoríparas hiperactivas de las axilas, manos, pies y cara. Si esta sudoración termina, puede ser causa temporal, por algún medicamento o incluso por la menopausia.
También podría ser el resultado de otras afecciones médicas como la diabetes o un trastorno de ansiedad. Para la sudoración excesiva los médicos probablemente receten un antitranspirante más potente. Además, también están los medicamentos orales llamados anticolinérgicos. Asimismo los médicos pueden administrar el mismo fármaco a través de la iontoforesis. Los medicamentos son conducidos directamente a través de una corriente eléctrica. De hecho en ocasiones solo el uso de la corriente eléctrica parece hacer efecto.
¿Pero en realidad por qué sucede? Todavía la medicina no lo tiene claro. Se sabe que la inyección local con botox también puede ayudar. Como tiene una acción paralizante que relaja los músculos faciales pueden bloquear los nervios que producen la sudoración.
La última opción es a través de una cirugía. En ella se extirpan las glándulas o nervios que las activan. Es un procedimiento controvertido que altera permanentemente la capacidad para sudar.
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